Félix Lope de Vega y Carpio
ACTO III, Escena II
Sala del consejo en Fuenteovejuna. Sale Laurencia, desmelenada |
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Laurencia: | Dejadme entrar, que bien puedo, en consejo de los hombres; que bien puede una mujer, si no a dar voto, a dar voces. ¿Conocéisme? |
Esteban: | ¡Santo cielo! ¿No es mi hija? |
Juan Rojo: | ¿No conoces a Laurencia? |
Laurencia: | Vengo tal, que mi diferencia os pone en contingencia quién soy. |
Esteban: | ¡Hija mía! |
Laurencia: | No me nombres tu hija. |
Esteban: | ¿Por qué, mis ojos? ¿Por qué? |
Laurencia: | Por muchas razones, ... Las señales de los golpes, |
Esteban: | Yo, hija, no soy de aquellos que permiten que los nombres con esos títulos viles Iré solo, si se pone todo el mundo contra mí. |
Juan Rojo: | Y yo, por más que me asombre la grandeza del contrario. |
Regidor: | ¡Muramos todos! |
Barrildo: | Descoge un lienzo al viento en un palo, y mueran estos inormes. |
Juan Rojo: | ¿Qué orden pensáis tener? |
Mengo: | Ir a matarle sin orden. Juntad el pueblo a una voz; que todos están conformes en que los tiranos mueran. |
Esteban: | Tomad espadas, lanzones, ballestas, chuzos y palos. |
Mengo: | ¡Los reyes nuestros señores vivan! |
Todos: | ¡Vivan muchos años! |
Mengo: | ¡Mueran tiranos traidores! |
Todos: | ¡Tiranos traidores, mueran! |
Vanse todos los hombres. | |
Laurencia: | Caminad, que el cielo os oye. ¡Ah, mujeres de la villa! ¡ Acudid, por que se cobre vuestro honor, acudid, todas! |
Escena VI
Salen Esteban, Frondoso, Juan Rojo, Mengo, Barrildo y otros labradores, todos armados. El Comendador, Flores, Ortuño, Cimbranos | |
Esteban: | Ya el tirano y los complices miramos ¡Fuenteovejuna, y los tiranos mueran! |
Comendador: | Pueblo, esperad. |
Todos: | Agravios nunca esperan. |
Comendador: | Decídmelos a mí, que iré pagando a fe de caballero esos errores. |
Todos: | ¡Fuenteovejuna! ¡Viva el rey Fernando! ¡Mueran malos cristianos y traidores! |
Comendador: | ¿No me queréis oír? Yo estoy hablando, yo soy vuestro señor. |
Todos: | Nuestros señores son los reyes católicos. |
Comendador: | Espera. |
Todos: | ¡Fuenteovejuna, y Fernán Gómez muera! |
Vanse y salen las mujeres armadas | |
Laurencia: | Parad en este puesto de esperanzas, soldados atrevidos, no mujeres. |
Pascuala: | ¿Los que mujeres son en las venganzas, en él beban su sangre, es bien que esperes? |
Jacinta: | Su cuerpo recojamos en las lanzas. |
Pascuala: | Todas son de esos mismos pareceres. |
Dentro | |
Esteban: | ¡Muere, traidor comendador! |
Dentro | |
Comendador: | Ya muero. ¡Piedad, Señor, que en tu clemencia espero! |
Escena X
Saca un escudo Juan Rojo con las armas reales. |
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Regidor: | Ya las armas han llegado. |
Mostrad las armas acá. | |
Juan Rojo: | ¿Adónde se han de poner? |
Regidor: | Aquí, en el ayuntamiento. |
Esteban: | ¡Bravo escudo! |
Barrildo: | ¡Qué contento! |
Frondoso: | Ya comienza a amanecer, con este sol, nuestro día. |
Esteban: | ¡Vivan Castilla y León, y las barras de Aragón, y muera la tiranía! Advertid, Fuenteovejuna, a las palabras de un viejo; que el admitir su consejo no ha dañado vez ninguna. Los reyes han de querer averiguar este caso, y más tan cerca del paso y jornada que han de hacer. Concertaos todos a una en lo que habéis de decir. |
Frondoso: |
¿Qué es tu consejo? |
Morir diciendo "Fuenteovejuna," y a nadie saquen de aquí. |
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Es el camino derecho. Fuenteovejuna lo ha hecho. |
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¿Queréis responder así? | |
Todos: | Sí. |
Esteban: | Ahora pues, yo quiero ser ahora el pesquisidor, para ensayarnos mejor en lo que habemos de hacer. Sea Mengo el que esté puesto en el tormento. |
¿No hallaste otro más flaco? |
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Esteban: | ¿Pensaste que era de veras? |
Mengo: | Di presto. |
Esteban: | ¿Quién mató al comendador? |
Mengo: | Fuenteovejuna lo hizo. |
Esteban: | Perro, ¿si te martirizo? |
Mengo: | Aunque me matéis, señor. |
Esteban: | Confiesa, ladrón. |
Mengo: | Confieso. |
Esteban: | Pues, ¿quién fue? |
Mengo: | Fuenteovejuna. |
Esteban: | Dadle otra vuelta. |
Mengo: | ¡Es ninguna! |
Esteban: | ¡Cagajón para el proceso! |
Sale el otro REGIDOR | |
Regidor: | ¿Qué hacéis de esta suerte aquí? |
Frondoso: | ¿Qué ha sucedido, Cuadrado? |
Regidor: | Pesquisidor ha llegado. |
Esteban: | Echad todos por ahí. |
Regidor: | Con él viene un capitán. |
Esteban: | ¡Venga el diablo! Ya sabéis lo que responder tenéis. |
Regidor: | El pueblo prendiendo van, sin dejar alma ninguna. |
Esteban: | Que no hay que tener temor. ¿Quién mató al Comendador, Mengo? |
Mengo: | ¿Quién? Fuenteovejuna. |